¿Qué pasaría si cortaran de forma coordinada los cables submarinos de Internet que conectan a un país? Posibles consecuencias y contramedidas actuales



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Se produce un corte casi simultáneo de múltiples cables submarinos que conectan un país con el resto del mundo. Hay un impacto inmediato, la conectividad a Internet se ve drásticamente reducida o incluso eliminada en grandes áreas del país. Se produce la disrupción de servicios esenciales:

  • Comunicaciones: Se colapsan las redes telefónicas, los servicios de mensajería y las plataformas de comunicación en línea.
  • Finanzas: Las transacciones bancarias se paralizan, los mercados financieros se desestabilizan y el comercio electrónico se detiene.
  • Transporte: Los sistemas de transporte público y privado que dependen de la tecnología se ven afectados, generando caos y paralizando la actividad económica.
  • Servicios públicos: La gestión de servicios como el suministro de agua, electricidad y gas, que cada vez más se automatiza, se ve comprometida.

Las consecuencias a corto plazo son:

  • Caos social: La falta de comunicación y la incertidumbre generan pánico y desconfianza en la población.
  • Pérdidas económicas: Las empresas ven interrumpidas sus operaciones, lo que lleva a pérdidas millonarias y a despidos masivos.
  • Dependencia de otros países: El país afectado se vuelve altamente dependiente de la ayuda internacional para restablecer sus comunicaciones y servicios esenciales.
  • Vulnerabilidad a otros ataques: La crisis generada por el corte de los cables submarinos puede facilitar otros tipos de ataques, como ciberataques o incluso ataques físicos.

Las consecuencias a largo plazo:

  • Debilitamiento de la economía: La recuperación económica será lenta y dolorosa, con una pérdida de confianza de los inversores y una disminución del crecimiento económico.
  • Dependencia tecnológica: El país se verá obligado a invertir fuertemente en el desarrollo de infraestructuras de comunicaciones alternativas, como satélites, para reducir su vulnerabilidad.
  • Reestructuración de la sociedad: La sociedad se verá obligada a adaptarse a una nueva realidad, con una mayor conciencia de los riesgos cibernéticos y una mayor dependencia de tecnologías descentralizadas.
  • Impacto geopolítico: El ataque puede generar tensiones internacionales y reconfigurar las alianzas geopolíticas.

Este sería un escenario simulado de una ataque coordinado a los cables submarinos que interconectan un país en concreto, y viene al hilo de la creciente preocupación por la actividad naval rusa cerca de estos cables y la sospecha de que se pueda estar conspirando para "sabotear" la infraestructura submarina a través de su unidad militar secreta y dedicada llamada Dirección General Principal de Investigación de Aguas Profundas (GUGI, por sus siglas en inglés). 

Actualmente hay cientos de estos cables submarinos (ver https://www.submarinecablemap.com/) y más del 95% del tráfico de Internet fluye por ellos. Aún así, aislar totalmente a un país a través del corte coordinado de cables submarinos es un objetivo difícil de alcanzar pero, como hemos comentado anteriormente, incluso parcialmente podría tener consecuencias muy negativas. Es por eso que su seguridad preocupa tanto y, por lo tanto, podéis imaginar que los países están incrementando las medidas para protegerlos: incorporan mayor vigilancia de sus aguas territoriales, fortalecen acuerdos de cooperación internacional, desarrollan nuevas tecnologías de detección y se exploran rutas alternativas. En detalle:

Detección temprana de amenazas

  • Sistemas de monitorización submarinos: Emplean sensores acústicos y sísmicos para detectar actividades inusuales cerca de los cables, como el ruido de embarcaciones o explosiones.
  • Vigilancia satelital: Se utilizan satélites para monitorizar las áreas donde se encuentran los cables y detectar cualquier actividad sospechosa en la superficie del mar.
  • Sistemas de fibra óptica distribuida (DAS): Esta tecnología permite convertir toda la fibra óptica del cable en un sensor, lo que facilita la detección de tensiones, vibraciones y otros eventos que podrían indicar un intento de corte o daño.

Protección física

  • Armado de los cables: Los cables submarinos se recubren con materiales resistentes a la abrasión y la corrosión para protegerlos de daños físicos.
  • Entierro profundo: En áreas de alto riesgo, los cables se entierran a mayor profundidad para dificultar su acceso.
  • Rutas alternativas: Se establecen múltiples rutas para los cables submarinos, lo que reduce la dependencia de una única conexión y dificulta los ataques coordinados.

Respuesta rápida ante incidentes

  • Sistemas de reparación submarina: Se dispone de vehículos operados a distancia (ROVs) y buques especializados para localizar y reparar los cables submarinos dañados.
  • Almacenamiento de repuestos: Se mantienen reservas de componentes y equipos de reparación en ubicaciones estratégicas para acelerar el proceso de restauración del servicio.
  • Procedimientos de emergencia: Se establecen protocolos detallados para responder a incidentes, lo que permite minimizar el tiempo de inactividad.

Ciberseguridad

  • Encriptación de datos: Se utilizan algoritmos de cifrado robustos para proteger la información que viaja a través de los cables submarinos.
  • Detección de intrusiones: Se implementan sistemas de detección de intrusiones para identificar y responder a cualquier intento de acceso no autorizado a la red.
  • Aislamiento de redes: Se segmentan las redes para limitar el impacto de un posible ataque cibernético.

Colaboración internacional

  • Acuerdos internacionales: Se establecen acuerdos de cooperación entre países para proteger los cables submarinos y compartir información sobre posibles amenazas.
  • Organizaciones internacionales: Organizaciones como el Comité Internacional de Protección de Cables (ICPC) coordinan los esfuerzos internacionales para proteger esta infraestructura crítica.

¿Creéis que estas medidas son suficientes para proteger a estas infraestructuras críticas? 

Pues en teoría parece que de momento son bastante robustas. A parte de la cada vez mayor redundancia de la Red de redes, la comunidad internacional condenaría cualquier intento de aislar digitalmente a un país, lo que podría desencadenar sanciones y otras medidas de represalia. Cosa que por otro lado no ha impedido, ni está impediendo en la actualidad lamentablemente, guerras convencionales e híbridas. 

Por otro lado, las tecnologías emergentes como el DAS, la IA y el machine learning, la robótica submarina avanzada, los materiales inteligentes y hasta la computación cuántica abren nuevas vías para la defensa... y para el ataque.

¿Veremos en un futuro un ataque masivo y coordinado a cables submarinos de interconexión a Internet? El tiempo lo dirá...

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