Muchos estaréis al tanto del desastre que ha supuesto para el Ayuntamiento de Barcelona la votación telemática sobre el futuro de la Diagonal y que ya ha supuesto algunos ceses incluso el de la técnica municipal responsable de la misma, Pilar Conesa.
Y es que, a pesar de que es elogiable que este Ayuntamiento haya decidido llevar a cabo un proceso tecnológico e innovador para las votaciones, el proceso telemático sufrió un sinfín de incidencias: problemas de conexión 3G, saturación del ancho de banda, fallos de aplicación (se necesita tener instalado en el terminal la versión 6 de Java) e incluso la omisión de una de las opciones de voto (no aparecía la opción C).
El alcalde Hereu sigue esperando un informe de la plataforma creada por Indra y Scytl. La cosa está que arde e incluso se llevaron a cabo suplantaciones, tal y como podemos leer hoy en El País:
“Alberto Fernández Díaz (PP) se encontró con que alguien le había suplantado y no pudo votar porque estaba registrado que lo había hecho. El Ayuntamiento anunció que perseguirá al autor de la suplantación por un delito electoral. Uno de los problemas del sistema es que basta conocer el DNI y la fecha de nacimiento de una persona para solicitar vía teléfono móvil una clave para votar.
Las juventudes de ERC denunciaron que habrían podido votar en lugar de la infanta Cristina porque disponían de los datos mínimos que solicitaba el procedimiento de voto y que no lo hicieron para no incurrir en un delito.”
Y es que, a pesar de que es elogiable que este Ayuntamiento haya decidido llevar a cabo un proceso tecnológico e innovador para las votaciones, el proceso telemático sufrió un sinfín de incidencias: problemas de conexión 3G, saturación del ancho de banda, fallos de aplicación (se necesita tener instalado en el terminal la versión 6 de Java) e incluso la omisión de una de las opciones de voto (no aparecía la opción C).
El alcalde Hereu sigue esperando un informe de la plataforma creada por Indra y Scytl. La cosa está que arde e incluso se llevaron a cabo suplantaciones, tal y como podemos leer hoy en El País:
“Alberto Fernández Díaz (PP) se encontró con que alguien le había suplantado y no pudo votar porque estaba registrado que lo había hecho. El Ayuntamiento anunció que perseguirá al autor de la suplantación por un delito electoral. Uno de los problemas del sistema es que basta conocer el DNI y la fecha de nacimiento de una persona para solicitar vía teléfono móvil una clave para votar.
Las juventudes de ERC denunciaron que habrían podido votar en lugar de la infanta Cristina porque disponían de los datos mínimos que solicitaba el procedimiento de voto y que no lo hicieron para no incurrir en un delito.”
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